A la hinchada de Argentinos Juniors no le importó la humedad filtrada en todos los rincones de La Paternal, ni la lluvia lisa y llana del segundo tiempo. Y tuvo su recompensa: el equipo mostró su jerarquía en la División, superó 2 a 0 a Villa Dálmine, y le sobró más de un tiempo. Los de Heinze se hicieron dueños de la pelota desde el principio. Cuando la tenían, los toques eran precisos y los movimientos eficaces: cada vez que un jugador tomaba el balón, tenía a disposición, al menos, a un compañero libre. Y la marca para recuperarlo cada vez que la posesión era de Dálmine, era ejercida por todos, empezando por los delanteros. Otra vez, Esteban Rolón se erigió en actor fundamental en el planteo del director técnico: tanto para la recuperación, como para la distribución del juego. En poco tiempo empezó a verse la diferencia. Los jugadores de Dálmine asistían impotentes al despliegue de los locales. A los siete minutos, y luego de una serie de toques que comenzaron desde el fondo por el costado izquierdo entre Benítez, González y Colman, la pelota le llegó en un pase limpio a Braian Romero, que avanzaba por la derecha. Con campo libre y ante las marcas desesperadas de la defensa rival, sacó un remate desde lejos que estalló en el travesaño. Fue un anuncio de lo que vendría. Cinco minutos después, Nico González mandó un centro desde el costado izquierdo del área que conectó de cabeza Fydriszewski para mandarla a la red. El arquero Fernando Otarola no pudo hacer nada más que quedarse parado y verla entrar por su costado izquierdo. El cuadro de La Paternal ya había anulado a su adversario. Con preponderancia de toques y algo de gambetas desde las bandas, podría haber aumentado varias veces. Pero la ampliación del marcador llegó a los treinta y ocho, de penal. Romero jugó en profundidad con Fydriszewski, que había ganado la espalda de la línea defensiva, y cuando estaba por definir, el central Ariel Coronel se lo llevó puesto. El mismo Polaco se hizo cargo de la ejecución: la colocó a la izquierda, y Otarola optó por el otro palo. Concluía el primer tiempo y el partido parecía ya cerrado. Algunas desconcentraciones en el fondo del Bicho, al principio del segundo tiempo, hubieran podido ser aprovechadas por delanteros más despiertos, o acaso más confiados. Pero, pasados los primeros minutos de confusión, no hubieron sobresaltos y Lanzillotta casi no tuvo que intervenir. Argentinos pareció establecer un acuerdo tácito a partir de entonces: no apabullar con una goleada a su rival, a cambio de un discurrir tranquilo del tiempo con la tenencia de la pelota hasta el pitido final. Porque eso fue lo que pasó, aún a pesar de la expulsión de Federico Recalde en el minuto diecisiete por doble amonestación, y la consecuente superioridad numérica. Los dirigidos por Heinze ganaron un partido ante un conjunto que dio la impresión de ser una categoría inferior. O, visto desde el otro lado, tal vez Villa Dálmine se encontró con un rival al que la División en la que está le queda chica. Argentinos es dueño de la punta y su horizonte se avizora más claro cada fecha. SÍNTESIS | ARGENTINOS JUNIORS 2 vs VILLA DÁLMINE 0 Argentinos Juniors (2): Federico Lanzillotta; Jonathan Sandoval, Sebastián Martínez, Nicolás Freire y Guillermo Benítez; Esteban Rolón, Facundo Barboza (2ºT 23’ Alexis Mac Allister) e Iván Colman (2ºT 38’ Gastón Machín); Nicolás González, Francisco Fydriszewsky (2ºT 43’ Lautaro Mesa) y Braian Romero. Villa Dálmine (0): Fernando Otarola; Ángel Alonso, Ariel Coronel, Rubén Zamponi y Luciano Recalde; Pablo Ruiz (2ºT 27’ Juan Manuel Mazzocchi), Horacio Falcón (2ºT 38’ Diego Núñez), Federico Recalde y Lautaro Formica; Pablo Burzio (2ºT 20’ Fabrizio Palma) y Ezequiel Cérica. Goles: 1ºT 13′ y 38’ -penal- Francisco Fydriszewski (AJ). Amonestados: Horacio Falcón (VD) y Pablo Ruiz (VD). Árbitro: Ramón Guaymas. Estadio: “Diego Armando Maradona”, de Argentinos Juniors. . |
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