Argentinos Juniors protagonizó, en un DAM colmado de espectadores (con relación a lo que se ve en el resto de los estadios), un encuentro electrizante por el pasaje a la gran final de la Copa Diego Armando Maradona. El equipo de Diego Dabove logró plantear y sostener un mano a mano desigual frente a Boca Juniors, al que llegó en desventaja y en inferioridad de condiciones; en desventaja porque el único resultado que le servía era ganar, y en inferioridad de condiciones por el estado general del conjunto, provocado por las ya sabidas lesiones, enfermedades, salidas, ausencias y falencias. Aun así, cada uno de los jugadores que pisó la cancha, dejó alma y vida para conseguir el objetivo.
Nada que reclamar a los protagonistas del partido, nada que decir sobre la entrega, actitud y búsqueda que tuvieron.
El Bicho comenzó sorprendiendo, con el armado del equipo y el retorno de Gabriel Ávalos a la titularidad, con el gol tempranero de Diego Sosa (que sólo frente a Huracán había formado parte de los 11 iniciales), y con su propuesta luego de haber llegado al gol. Siempre de igual a igual, sin temor al rival.
Jugando así, la victoria hubiera sido un hecho frente a casi todos los equipos argentinos, pero debe reconocerse que lamentablemente, del otro lado estaba éste Boca que tiene individualidades descollantes y una calidad que, ante cualquier desatención o error del adversario, convierte.
Y eso fue lo que pasó, el Bicho pagó caro sus pocos errores; primero una pérdida de milisegundos en la marca de Kevin Mac Allister frente a Mauro Zárate (figura del encuentro); luego una desgraciada situación en la que Carlos Quintana (figura de Argentinos en la Copa) comete un penal que, aunque errado, podía haber sido el segundo tanto del Xeneize, y la equivocación más dolorosa, la cometida por Franco Ibarra (al que le sobra calidad), que significó el 1–2. Situaciones de partido.
Fueron muy pocos los minutos en los que Argentinos perdió la pelota, se dieron desde el comienzo del segundo tiempo y hasta los 20 del mismo, aproximadamente. Boca movió primero sus fichas, y Dabove debió recurrir a su banco de suplentes, con las pocas armas que tenía; un debutante Daniel Saggiomo, los chicos, Román Pucheta y Mateo Coronel; y Elías Gómez, recién salido de su tránsito por el COVID… poco que agregar ante esta situación.
El vaso medio lleno; con todo lo sabido, el Bicho llegó al último minuto de su participación en la Copa con chances de clasificación a la final. Fausto Vera convirtió el golazo que le dio justicia al encuentro (¿quién fue el estulto que tocó el tablero de luces?) y de cara a lo que viene, presenta una base sólida con la que trabajar, que debe sostenerse cueste lo que cueste, y un técnico de indudables condiciones, que se adapta y adapta su juego a lo que dispone, logrando grandes rendimientos.
El vaso medio vacío; Argentinos quedó fuera de la final de un torneo de pocas fechas y sin compromiso por el descenso por no haber logrado reforzar bien el plantel durante los últimos mercados de pases, por haber dependido más de la entrega y actitud que de la capacidad futbolística, por el desarme de la delantera en pocos días (Santiago Silva, Damián Batallini), y por tener una cuota de mala suerte (que siempre puede sufrir).
Lo que más importa ahora; lo que ocurra desde HOY hasta el comienzo del próximo torneo local, el 14 de febrero y, sobre todo (teniendo en cuenta que tampoco habrá descensos en 2021), hasta el inicio de la participación en la Copa Libertadores.
Es hora, una vez más, de lograr un salto de calidad. Es innegable la mejoría de Argentinos Juniors desde la llegada de Gabriel Heinze (para poner un punto de partida) hasta hoy. A nivel institucional, con la construcción del CEFFA, por citar un ejemplo, y a nivel rendimiento del equipo, por haberse mantenido en los primeros lugares del fútbol argentino y haber logrado la clasificación a las copas internacionales de manera consecutiva.
Argentinos Juniors, como institución, no debe descuidarse ni descansar en lo conseguido; es ahora cuando los errores deben transformarse en aprendizaje. Es ahora cuando cada persona que forma parte, debe demostrar que está a la altura de lo que Argentinos Juniors necesita y merece.
SÍNTESIS:
Argentinos Juniors (2): Lucas Chaves; Jonathan Sandoval, Miguel Torren, Carlos Quintana y Kevin Mac Allister (2ºT 23′ Elías Gómez); Franco Ibarra, Fausto Vera y Matías Romero (2ºT 31′ Diego Saggiomo); Diego Sosa (2ºT 35′ Nicolás Silva), Gabriel Ávalos (2ºT 23′ Juan Román Pucheta) y Gabriel Hauche (2ºT 23′ Mateo Coronel).
DT: Diego Dabove.
Suplentes: Leandro Finochietto, Fausto Montero, Iván Colman, Franco Moyano, Agustín Aleo, Lucas Ambroggio y Marco Di Césare.
Boca Juniors (2): Agustín Rossi; Julio Buffarini, Carlos Zambrano, Gastón Ávila y Emanuel Más; Eduardo Salvio (2ºT 20′ Sebastián Villa), Alan Varela, Leonardo Jara (2ºT Nicolás Capaldo) y Edwin Cardona (2ºT 34′ Agustín Obando); Mauro Zárate (2ºT F. Soldano) y Ramón Ábila (2ºT 44′ Carlos Izquierdoz).
DT: Miguel Ángel Russo.
Suplentes: Javier García, Cristian Medina, Oscar Zeballos, Diego González, Gonzalo Maroni, Lisandro López, Frank Fabbra y Carlos Tévez.
Goles: 1ºT 10′ Diego Sosa (AJ), y 21′ Mauro Zárate (BJ). 2ºT 34′ Edwin Cardona (BJ), y 53′ Juan Román Pucheta (AJ).
Amonestados: Matías Romero, Gabriel Hauche, Miguel Torrén y Juan Román Pucheta (AJ); y Mauro Zárate y Edwin Cardona (BJ).
Expulsados: Franco Ibarra (AJ).
Árbitro: Fernando Espinoza.
Asistentes: Julio Fernández (1º) y Miguel Savorani (2º).
4º Árbitro: Julio Barraza.
Estadio: “Diego Armando Maradona”, de Argentinos Juniors.
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