El 25 de octubre no fue un día más para Argentinos Juniors. Minutos antes de las nueve del a noche ya se hacían presentes las primeras caras conocidas para una cena especial en la sede de Las Malvinas. Se habían cumplido 25 años de la obtención de la Copa Libertadores de América y el club organizó una reunión para juntar y homenajear a los jugadores. Yudica, Saporiti y Olguín fueron los primeros en llegar, la puntualidad ante todo. De ahí en adelante, cada minuto regalaba un ídolo. Vidalle, Ereros, Mendoza, Domenech, el “nene” Commiso, el Dr. Gismondi: el grupo no solo de jugadores se iba completando. El “Bichi” Borghi fue uno de los que más se hizo desear por ser uno de los últimos, con el “Checho” Batista y Lorenzo. Saludos, abrazos, risas y chistes abundaron en el encuentro entre todos y después asado y vino, como tenía que ser. Las palabras de Luis Segura al término de un video muy emotivo dieron el inicio a la parte más formal de la noche. El presidente les expresó su agradecimiento tanto por lo obtenido como por haberse hecho presentes casi todos (Videla y Pavoni no pudieron estar) y prometió seguir con este tipo de reconocimientos porque según sus propias palabras: “Es lo que corresponde”. Saporiti y Yudica de a uno en vez, hablaron de aquel equipo, de aquellos años. Sin pelos en la lengua el técnico campeón de la libertadores reveló que lo que nunca faltaron fueron peleas pero que en la cancha los jugadores jugaban muy bien, sabían lo que querían y no sacrificaron el estilo ni en la final de la Intercontinental, murieron en la suya. Domenech para no perder la costumbre de sus épocas de capitán también tomó la palabra. Entre bromas dejó en claro sentir un profundo orgullo de haber formado parte de aquel equipo reconocido mundialmente por su buen futbol y de haber sido el “capitán” de este grupo de hombres, hoy mayores y tuvo que parar porque lo perseguían las lagrimas. Borghi y el Checho cerraron la lista de oradores. El “Bichi” aseguró estar muy emocionado por estar reunido con gente que hacía muchos años no veía ya que en la última reunión de campeones no pudo estar por vivir en Chile. Hizo también referencia a lo que Argentinos le dio como jugador, a su sentir por haber sido campeón como jugador y como técnico, y dijo estar tranquilo porque mas allá de salir campeón, “el club esta acomodado y trabajando”. Batista fue más sintético: agradeció a Segura, a sus compañeros, al club por todo lo vivido y por haberle abierto la puerta como director técnico, que fue el primer paso para hoy estar al borde de ser el técnico definitivo de la selección nacional (tema al que todos hicieron hincapié al canto de: “para el Checho, la selección”). El recuerdo para que cada jugador se llevase fue creativo y sorpresivo para ellos mismos: no se le hizo entrega de medalla ni nada que se le parezca. El recuerdo fue el carnet de socio Honorario de Argentinos Juniors, un reconocimiento que el club daba por primera vez. Luego la foto de todos con las copas y un rato más de sobre mesa con anécdotas y chistes para terminar la velada. La noche se vistió de inolvidable y Argentinos se dio el gusto de repetir: “Gracias Campeones”.
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