Qué recuerdos, qué emoción. Tocábamos el cielo con las manos, todos hinchaban para nosotros, no me acuerdo de una sola persona que me haya dicho que quería que nos vaya mal. El equipo humilde, simpático, de barrio, jugaba la Copa Intercontinental en Japón y nada menos que contra la poderosa Juventus de Italia. Si, el Argentinos Juniors de La Paternal. Parece mentira escuchar a los comentaristas y a los relatores, esos mismos que se la pasaban relatando finales de Boca, River ó Independiente, de repente decían “Los Bichitos Colorados”, El equipo de La Paternal”. Qué emoción. Yo jugaba al fulbito debajo de la tribuna de Gavilan, me pasaba horas mirando bochas y me colaba en el bufet, con la excusa de un vaso de agua para pizpear como jugaban a las cartas, escuchar los gritos de truco y el “quiero vale cuatro” entre amenazas y risotadas. Ese Argentinos Juniors era el mismo que nombraban en esos momentos los periodistas importantes. El primer tiempo lo vi en Yatasto, no aguantaba verlo solo, quería compartir un aliento, una puteada. El segundo, con todos los nervios a cuesta, en “la Cuneta”, Pizzoteca la Cuneta, en Jonte y Gavilán; el suplementario, ni idea. Salí a caminar con los nervios a cuesta, pero todas las teles estaban sintonizadas en Canal 9 (creo que era ese), yo escuchaba el relato como si fuera en estéreo, en cadena nacional, una situación que me quedó grabada, por eso hago tanto hincapié en el tema. Caminaba emocionado, eran mas de las 2 y media de la mañana, o por ahí andaba, cuando todo terminó, pero a la mañana siguiente otra historia comenzó: amigos, vecinos de otros clubes, me felicitaban por el equipo que teníamos, por el juego demostrado, por ir siempre al frente; pudiendo especular, a sólo 7 minutos de la gloria fuímos a buscar el tercero. Un partido que dejó una huella, un sello. En ese partido revivió el equipo del ‘40, del ‘55 y del ‘60, aparecieron los Vaccaro, los Osquitas, los Pederzolis y los Maradonas diciendo “ésta es nuestra filosofía de juego”. Argentinos dejó instalado para siempre un estilo de juego. Este es mi recuerdo. Un gracias inmenso a todo ese equipo, a los que jugaron y a los que no, porque por más que no hayamos ganado ese partido, para nosotros siempre van hacer nuestros campeones. Hoy, 25 años después, nos encontramos nuevamente disputando una copa internacional. Disfrutemos el momento.
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