La roja de Martínez y una emergencia resuelta

   Luego de los minutos iniciales, de reconocimiento y estabilización en cancha, Argentinos Juniors estaba listo para imponerse a su rival. Incluso, un pase largo de Nicolás Freire había dejado a Javier Cabrera mano a mano con el arquero Olivera, y la pelota casi entra. Sin embargo, al minuto 22, ocurrió un hecho que desataría una crisis que no se pudo resolver hasta el segundo tiempo: la expulsión de Sebastián Martínez.

   La desafortunada e inadmisible acción del uruguayo, que el propio Gabriel Heinze criticó tras el partido, obligó a reordenar las piezas en el campo. Esteban Rolón se metió entre los defensas centrales e Iván Colmán quedó como único interno. 3-3-3 fue el dibujo, hasta que llegó el gol de Gustavo Gotti para abrir el marcador, con la complicidad de Miguel Torren que no salió del área como el resto del equipo y habilitó al 9 de la Gloria.

   Al minuto del tanto, entró Alexis Mac Allister. Necesario para reordenar el medio y colocar más gente allí, donde se estaba imponiendo el local. El sacrificado fue Javier Cabrera. 3-4-2, el esquema, pero la situación no mejoró: otro gol de Instituto. Gran jugada colectiva y brillante resolución de Pablo Magnín en el área. 2-0, entretiempo y un partido que se había tornado casi imposible.

   El ingreso de Nicolás González en la segunda parte fue el elemento que faltaba para cambiar la historia. La salida de Gonzalo Piovi y la inclusión de un extremo ofensivo, sumado a la merma en el juego local, favoreció al Bicho, que tuvo un segundo tiempo de coraje y fútbol. Una imagen completamente distinta de la que había enseñado en la primera parte, tras la roja que vio Martínez y la emergencia que se creó. Incluso, con las arremetidas de González, la frescura de Mac Allister, el ingenio de Colman y el sacrificio de los otros, Argentinos casi empata lo que parecía perdido.