Unas horas antes del partido, el once inicial de Argentinos Juniors sorprendió a todos. La inclusión de Jonathan Galván y la utilización de una supuesta línea de cinco defensores no entraba en los planes de nadie salvo en los de Diego Dabove. Sin embargo, sobre la marcha, Belgrano se quedó con 10 jugadores y hubo que improvisar. Allí se vio lo mejor del Bicho.
A pesar de las características y los nombres, pocas veces se vio claramente una línea defensiva de cinco hombres. El esquema más utilizado por Argentinos en la primera mitad fue un 3-3-3-1, un curioso planteo y poco habitual para el fútbol argentino que popularizó Marcelo Bielsa y hoy lo llevan a la práctica Pep Guardiola y el propio Gabriel Heinze.
Galván, Miguel Torren y Jorge Quintana en el fondo. Jonathan Sandoval y Elías Gómez bien abiertos armaban la segunda línea de tres con Franco Moyano por el medio. Delante de ellos, Gabriel Hauche, Leo Pisculichi y Damián Batallini se movían con mucha libertad que les permitía retroceder hasta la línea del volante central o aparecer en el área junto a Enrique Borja, la única referencia fija de ataque.
Con los tres defensores y los dos carrileros la idea seguramente fue controlar a los rápidos delanteros por afuera de Belgrano y poblar la mitad de la cancha con, prácticamente, seis jugadores en ese sector. Sin embargo, no resultó del todo. Durante los 35 minutos que se jugaron 11 contra 11 fue el visitante el que tuvo las más claras. Los carrileros del Bicho se posicionaban muy abiertos y adelantados lo que generó que no participen en la salida y que, ante una eventual pérdida de pelota, los centrales quedaran mano a mano.
Para la segunda mitad, con un hombre de más, Dabove sustituyó a Galván por Alexis Mac Allister, quien necesitó 35 segundos para meter su primer remate. De esta manera se formó un 4-1-3-2 en el que Sandoval y Gómez arrancaban desde un poco más atrás, Moyano comandaba la salida, Batallini, Pisculichi y Alexis como enlaces y más arriba Borja y Hauche (luego Raúl Bobadilla).
Con este improvisado parado táctico Argentinos Juniors jugó prácticamente todo el tiempo en campo rival. Mejoró. Movió la pelota y puso alguna que otra vez en jaque al arquero rival, pero tuvo dos problemas para generar ocasiones claras que le den la victoria. Por un lado, le faltó eficacia en la amplitud porque Gómez y después Lucas Ferraz Vila no estuvieron finos en el sector izquierdo y en el derecho sólo estaba Batallini ya que Sandoval trazaba la diagonal hacia el centro. Por otro, al estar en cancha dos enganches como son Pisculichi y Mac Allister el juego del Bicho tendía a cerrarse a la zona donde más hombres de Belgrano había.
Ahora sólo queda esperar y especular cómo planteará el entrenador el próximo choque ante Defensa y Justicia, uno de los mejores equipos del campeonato, que tan bien sabe cómo encontrar los espacios en la defensa rival. ¿Se verá en Varela una real línea de cinco?