Echenique tuvo un desempeño cuanto menos sospechoso

Lo vivido ayer en La Plata, fue algo penoso. Más allá de irme feliz con el resultado, me fui indignado, lleno de bronca por lo que pudo haber pasado, pero lejos de que se me pase y ponerme a festejar por la victoria obtenida, me cargaba más de bronca repasando fallos y, sobre todo, viendo cómo dejó el equipo diezmado para el próximo partido, o para una posible final.

Los efectos colaterales de su mal arbitraje nos dejaron sin Galarza, sin Torren (llegó a la 5ta) para el partido ante Tigre, y puso a Florentín con 4. De las 3 amarillas, la única -si se quiere- acertada, aunque un llamado de atención a ambos jugadores que participaron del hecho alcanzaba; pero no, fue amarilla, y sólo para Florentín.

Desde el comienzo del juego, Estudiantes se cansó de pegar y cortar jugadas con falta (mientras su gente festejaba), y no les sacó una sola amarilla. La primera fue para Argentinos, y encima no fue falta. Cuando iba en ventaja el local, se cansó de hacer tiempo: un tiro libre, con la anuencia del árbitro, tardó ¡4! minutos en ejecutarse (mientras la gente del Pincha festejaba la acción), la barrera quedó a no más de 3 metros, y obviamente la pelota dio en ella (también festejado).

Con la complicidad del VAR, anuló un penal clarísimo, ya que las imágenes que entregó la TV fueron todas con la pelota ya en juego, y ese milésima de segundo puso al hombro de Ávalos en “orsai”.

Ante faltas similares, desde el inicio del partido cobraba únicamente las que hacía Argentinos, nunca midió con la misma vara. Y adicionó 9 minutos.

Me tomé el tiempo de escribir esta nota para no caer en el fanatismo, en el hincha quejoso, pero toodos los medios deportivos tildaron la actuación de Echenique como bochornosa, y que perjudicó en todo momento a Argentinos.

Para cerrar su parcial actuación, con la confirmación del VAR de que Lanzillotta no se había adelantado y la atajada era lícita, la TV mostró su cara de fastidio ante el triunfo  consumado del Bicho.

Esta nota no sumará nada, pero el silencio suma menos.

Mirá cómo se lamenta el árbitro:

No solo el árbitro, tambien el juez de línea:

*Echenique es el mismo del polémico arbitraje en la semifinal en Mendoza, con Boca, que nos sacó de la Copa Argentina.

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