Robados por enésima vez


Una vez más, Argentinos Juniors fue privado de una victoria por una mano negra, pasó del 3 a 0 y partido prácticamente definido, a un 2 a 1 que revitalizó a Atlético de Tucumán. Después, el equipo de Cristian Zermatten no logró retomar el dominio del encuentro, y con un campo de juego que favoreció la repetición de errores, estuvo cerca de perderlo.

Maldito VAR y maldito arbitraje, que no cesan, semana a semana, de arruinar un deporte que, entre robos y ventajas, pelea por sobrevivir.

Esta tarde de lluvia, con un campo de juego que hacía las cosas más complicadas, los jugadores del Bicho buscaron revertir la mala imagen que dejaron en Córdoba. Desde el primer minuto presionaron, como no ocurría desde el encuentro con River, dejando un contraste con las últimas dos derrotas que habló por sí solo.

Y aunque el rival era fuerte -de hecho, no había recibido goles en sus últimos ocho encuentros-, al Bicho le alcanzaron poco más de 30 minutos para romper esa racha. Gabriel Ávalos, y más tarde Luciano Gondou, pusieron a Argentinos 2 a 0, y la tormentosa tarde parecía dirigirse a un final feliz.

Pero el arbitraje impidió que la reacción post renuncia de Gabriel Milito se plasme en el resultado, el juez de línea anuló una clara jugada de gol sin respetar la recomendación oficial de esperar el desenlace, Germán Delfino hizo lo mismo, y entre ambos evitaron que lícitamente, el Bicho se ponga 3 a 0.

Una vez sabida la noticia del “error” que cometió, el árbitro terminó de perder el dominio del partido, incurrió en error tras error, y el VAR, ante su vergonzosa actuación, se borró. En las áreas se multiplicaron los agarrones y en la cancha se repitieron las patadas y los reclamos.

Lo cierto es que en 2 minutos esa “suerte” que permitió que Atlético de Tucumán no se encuentre en una desventaja prácticamente irremontable, hizo que el equipo del norte reaccione. A la “culpa” de haber sancionado un penal por agarrón de camiseta en el primer tiempo a favor de Argentinos, se le agregó el evidente agarrón infantil de Marco Di Césare y Delfino, que fácilmente pierde autoridad, no tuvo otra alternativa que cobrar penal.

Un minuto más tarde llegó el segundo gol de Mateo Coronel por encima de un Alexis Martín Arias que había quedado mal parado tras una infructuosa salida, y en ese momento, el resultado quedó abierto.

De ambos lados hubo errores que, por defectos propios, o mala pasadas por parte del terreno mojado, hicieron que el partido se vuelva vertiginoso, daba la sensación de que cualquiera de ambos equipos podía haber llegado al tercer gol, que finalmente no llegó, y dejó las cosas en empate.

Sobre el trabajo del nuevo DT, se puede mencionar la acertada decisión de no buscar la revolución táctica desde el banco de suplentes, y como contrapartida, la demora en los cambios, porque más allá de que el encuentro parecía “bajo control”, se podría haber buscado sostener el resultado con algún jugador más en el medio campo al inicio del segundo período y, sobre todo, luego de los primeros cambios del visitante.

Al Bicho le siguen convirtiendo mucho.

En definitiva, comenzó un nuevo ciclo, y la entrega del equipo volvió a verse en La Paternal. Con todos los recaudos que hay que tener por la influencia del terreno de juego con agua, el Bicho sumó un punto y se quedó con el amargo sabor de saberse robado, una vez más.

SÍNTESIS:

Argentinos Juniors (2)Alexis Martín Arias, Marco Di Cesare, Miguel Torrén, Lucas Villalba, Santiago Montiel, Federico Redondo, Javier Cabrera (84′ R. Cabral), Santiago Montiel, Francisco González Metilli (70′ L. Heredia), Gabriel Ávalos y Luciano Gondou (95′ T. Nuss).
DT: Cristian Zermatten

Atlético Tucumán (2): Tomás Marchiori, Hernán De La Fuente, Bruno Bianchi, Nicolás Romero, Matías Orihuela, Renzo Tesuri (45′ R. Carrera), Guillermo Acosta (64′ J. Giani), Adrián Sánchez, Mateo Coronel (70′ I.M. Puch), Marcelo Estigarribia (82′ R.R. Rodriguez) y Joaquín Pereyra (82′ T.C. Ponce).
DT: Sergio Gómez.

Árbitro: Germán Delfino (Mal)

Estadio: Diego Armando Maradona

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