¿De qué estoy hablando? Ahí te cuento. Cuando Argentinos fue sancionado, y prohibida su gente de concurrir al estadio de All Boys, en una de las tantas reuniones previas entre la dirigencia y las autoridades del Comité de “seguridad”, el Vicepresidente Daniel Guerra, cuando la sanción ya estaba consumada, les dijo que era una injusticia, que era una sanción traída de los pelos y presentada como ejemplificadora, que lo hacían porque el sancionado era Argentinos Juniors, porque si los involucrados hubieran sido River o Boca, seguramente no pasaba nada. El 2do del Dr. Juan Carlos Blanco, responsable del Comité, le contestó sobradoramente: “Te juego un asado a que si River o Boca tiene que ser sancionados, se los va a sancionar”. Hace poco, en el partido que disputaron en cancha de Argentinos, Huracán y Estudiantes a puertas cerradas, me encontré con esta persona en la puerta del estadio, y entre varios reproches que le hice, me contestó que estaba al tanto de las “boludeses” que yo escribía en esta Web sobre la gestión del organismo, y me dijo: “Guerra me jugó un asado, el día que me lo pague venite, será un gusto verte”. Ahora bien, después de los incidentes protagonizados por los hinchas de River en el partido de ida por la Promoción, jugado en Córdoba el miércoles pasado, se dice que el organismo quería sancionar al club de la rivera, pero que la orden de no sancionar vino de “arriba”, más precisamente, de la Presidente Cristina.
Dr. Juan Carlos Blanco, si tiene dignidad, debe renunciar. Se supone que usted está al frente y tiene una política para el área, política que ya usó para castigar a varios clubes, pero cuando tiene que castigar a un poderoso, ¿se lo impiden?. Tiene que dar un paso al costado ya, sinó, es cómplice de la injusticia, y esta injusticia, como venimos diciendo, va a generar más violencia. ¿Cómo hará para castigar al próximo?, ¿con qué autoridad?, ¿van a seguir apostando asados socarronamente? Este es el mensaje que se baja desde el poder: el de la Injusticia, que no es más que la justicia de los poderosos. Hoy abro el diario y, además de esta injusticia, leo otra que duele mucho más: liberaron al tarado que tiró la bengala que mató al pibe en el recital de La Renga; los jueces argumentaron que no había pruebas de que la bengala hubiera sido la causante de la muerte. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?, dirán. Nada, y todo. ¿Cuál es el mensaje que se le da a la gente?, ¿cómo puede ser que en ningún estamento haya justicia? Somos todos iguales ante la ley, dicen, pero no nos olvidemos que estamos en una sociedad capitalista, donde supuestamente todos tenemos los mismos derechos y todos somos libres de hacer lo que queramos. Es la libertad del zorro en el gallinero, el zorro puede comerse a las gallinas, y las gallinas pueden comerse al zorro. Somos todos iguales, dicen. Ja! Ah!! ¿El asado? Paso, gracias. Archivese.
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