Una vez consumada la derrota ante Estudiantes de la Plata y la posterior renuncia de Pedro Antonio Troglio al cargo de entrenador del primer equipo de Argentinos Juniors, uno se pone a pensar: ¿qué imagen deja Troglio como director técnico del Bicho? En el tiempo quedará el recuerdo de un DT que llegó a dirigir un equipo Campeón, pero desmantelado. Que supo comprender las necesidades económicas del club, pero a duras penas pudo manejarse en lo deportivo con el resto de jugadores que quedaron. Que logró armar un equipo compacto, de buen toque, con mucho sacrificio, pero que demostró estar un escalón por debajo de los demás a la hora de lograr cosas importantes, de dar un salto de calidad en lo futbolístico. El comienzo no fue sencillo, ya que el ex mánager de Cerro Porteño, Gimnasia de la Plata e Independiente tenía que llenar unos zapatos muy grandes: el Bicho venía de salir Campeón de la mano de Claudio “Bichi” Borghi, desplegando un gran fútbol. Encima, la partida de varios referentes de ese plantel (Matías Caruzzo a Boca, Facundo Coria a Villarreal, Ismael Sosa al fútbol turco, Calderón se despedía del fútbol profesional) hacía replantear muchas cuestiones al recién llegado entrenador. Un mal comienzo en cuanto a los resultados de las primeras fechas lo hizo tambalear en el cargo (cómo olvidar aquella fría noche en Quilmes, cuando Nico Berardo convirtió y salvó la cabeza de su entrenador), pero “Peter” siguió y mantuvo siempre una línea de pensamiento coincidente a las autoridades del club: nada de gastos excesivos, incentivar a los jugadores más jóvenes, y retener lo más que se pueda a las pequeñas estrellas del club, sabiendo que una venta al exterior o a un equipo más grande, podría llegar en cualquier momento. Aciertos importantes de Troglio fueron la inclusión en el primer equipo de dos promesas, como lo son, Nicolás Berardo y Matías Laba; la afirmación de Luis Ojeda como una realidad y no una promesa futbolística (por más que su nivel hoy por hoy no sea el mejor), la resurrección de Ciro Rius y las contrataciones de Pablo Hernández y Miguel Torren, a mi gusto, jugadores muy buenos en sus puestos que, con el tiempo, rendirán. También se podría mencionar alguno de la gran cantidad de juveniles que se tuvieron en cuenta: Pistone, Lucas Rodríguez, Ramírez, Batista, Naguel, Mendoza, Barrera (que debutó y convirtió su primer gol en Primera, bajo las órdenes del ex jugador de la Selección Argentina). Desaciertos o errores: algunas contrataciones. Muchos nombres pasaron en este año y poco más bajo el mandato de Troglio, pero con el diario del lunes hablamos todos. Seguro que hubo jugadores que no rindieron (el caso de Gonzalo Vargas, Fabio Escobar, Darío Ocampo, Cristian Sánchez Prette) pero fueron apuestas que finalmente no se dieron. Incluso hoy en día, la continuidad de Santiago Salcedo en el club es puesta en tela de juicio. Párrafo aparte es la partida de dos de los jugadores más importantes que vistieron la camiseta de Argentinos Juniors en los últimos años: Juan Ignacio Mercier y Néstor Ortigoza. Dramática la salida del equipo del volante nacionalizado paraguayo por el contexto (la forma y el momento que se dio: en pleno comienzo de la Copa Libertadores), no tanto la del “Pelado”, que lejos se encuentra ahora de tierras argentinas. Ese doble cinco que se entendía a la perfección, que fue clave indispensable para obtener el Clausura 2010, Pedro Troglio lo perdió sobre la marcha y nunca supo cómo remediarlo. “Parcheó” la pinchadura con Matías Laba, Pablo Hernández, Germán Basualdo, Sánchez Prette, y ahora Roberto Brum, pero sin dudas hay un antes y un después de la partida de estos dos cracks que deslumbraron con su juego, pero que hoy ya no están, y su partida se siente. Otros que ya no están, y que sin dudas fueron importantes para el ahora ex DT del Bicho, fueron Franco Niell y Nicolás Blandi (los delanteros que más rindieron y más goles convirtieron en la Era Troglio), Nicolás Navarro (capitán del equipo hasta su partida), y Santiago Gentiletti (defensor campeón, clave en la zona defensiva). Aunque si nos referimos a ausencias, la que más padeció Troglio fue la de Sergio Escudero, lesionado. “Chucho” era fundamental para “Peter”, y no en lo futbolístico, sino en lo grupal. La actitud, la perseverancia, las ganas que Escudero muestra en cada entrenamiento y partido, representaban una voz de mando y liderazgo importantísima dentro de la cancha. Un regular décimo segundo puesto en su primer torneo (24 puntos obtenidos), sumado a la temprana eliminación en la Copa Sudamericana, un quinto puesto más que aceptable (30 puntos logrados), pero una injusta eliminación en la fase de grupos de la Copa Libertadores, y 4 empates y 3 derrotas en 7 partidos disputados en este Apertura 2011, conforman el ciclo de Pedro Antonio Troglio. En cuanto a logros no brillará, no se destacará, pero en otros aspectos la gestión del hombre de los rulos prominentes fue más que positiva. |
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