Pero que el clásico no tape el torneo, el Bicho no jugó un partido superlativo. Porque, sobre todo en el primer tiempo, a la defensa se la vió insegura y temerosa; Prósperi casi no se proyectaba, y aunque más allá de la mitad de cancha la presión era constante, se había generado sólo una jugada de peligro real en todo el primer período; claro, hasta el primer gol de Salcedo, que para entonces cada vez que intervenía en el juego (cuando no estaba en off side) generaba más murmullos que aplausos. En el segundo tiempo Vélez salió dispuesto a cortar el juego de Argentinos, sobre todo ahogando al tucumano Hernández, e intentando avanzar ordenadamente en el campo de juego. El Bicho por su parte, a sabiendas de sus limitaciones, se mostró más expectante. Y si la de hoy no pintaba la mejor tarde para el equipo de Liniers (que presentaba algunos suplentes), de a poco iba a ir empeorando. Porque el Bicho ya comenzaba a entrar en confianza, y aunque luego del 2 a 0, Gareca intentó mandar su equipo al ataque a través de los cambios, ya era tarde. Argentinos se había consolidado, y tras la zozobra del descuento, que llegó tras otro error de la defensa en pelota parada, entendió que todavía podía seguir atacando. El tercer gol trajo tranquilidad y, sobre todo, la sensación de que el partido estaba terminado, Vélez ya mostraba el cansancio de la doble competencia, y tras la expulsión de su arquero en la misma jugada, encima tenía un jugador menos. Faltaban 15 minutos y Argentinos todavía podía ir por más, pero no lo hizo. Si bien puede entenderse que la falta de victorias aferraba a los jugadores al 3 a 1, no se entiende la demora que Gorosito tuvo en efectuar los cambios (el primero llegó a los 43 minutos del segundo tiempo). Aun así, Argentinos terminó trasladando bien la pelota para que sus hinchas griten los “ole” que hace mucho no gritaban, y hasta pudo sumar el cuarto gol en una de las oportunidades que tuvo, ya con su rival ‘jugado’. Se volvió a ganar y eso es importante; si se considera que se lo hizo en el Diego Armando Maradona, todavía es más importante; si se tiene en cuenta que el rival era nada menos que Vélez, eso es todavía un poco más importante. Ahora la única manera de que este partido verdaderamente haya valido la pena es haciendo un buen partido frente a Racing la semana que viene. Ese es el objetivo, seguir ganando, tomando confianza y, sobre todo, espantar los fantasmas que por momentos no se quieren ir. Síntesis: Argentinos Juniors (3): Nereo Fernández (6); Gonzalo Prósperi (6), Miguel Ángel Torren (6), Nicolás Berardo (6) y Pablo Barzola (5); Germán Basualdo (8) y Gaspar Iñíguez (6); Pablo Hernández (7) y Roberto Brum (7); Santiago Salcedo (7) (2ºT ’45 Hernán Salazar -) y Gustavo Oberman (6) (2ºT ’43 Santiago Nahuel -). Vélez Sársfield (1): Marcelo Barovero; Gastón Díaz, Sebastián Domínguez, Fernando Tobio y Emiliano Papa (2ºT ’25 G Montoya); Iván Bella, Francisco Cerro, Víctor Zapata (2ºT ’14 Franco) y Ariel Cabral; Jonathan Ramírez (2ºT ’16 A Fernández) y Juan Manuel Martínez. Goles: Salcedo (x2), y Domínguez -en contra- (AJ), y Franco -de cabeza-) (VS) Amonestados: Zapata, Domínguez y Tobio (VS). Árbitro: Diego Abal (mal – debió haber expulsado a Zapata a los 40 minutos del primer tiempo). Cancha: Diego Armando Maradona, de Argentinos Juniors. |
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