Y ese es, básicamente, el resumen del partido, porque la ventaja “desde el vestuario” modificó el devenir del encuentro y el gol sorprendió más a Argentinos que a Boca. Entonces el Bicho se retrasó, las líneas se separaron y el juego sólo se dividió en una defensa cerrada y algunos ataques eventuales. Los errores más evidentes que permitieron a Boca agrandarse al punto de hacer obvio el empate aún antes de que éste se concrete, fueron, entre otros, que Oberman no lograba cerrar su posición defensiva (Boca atacaba siempre por ese lado) y que Laba no entendía nunca por donde vendría el próximo ataque rival, quedando siempre lejos de la pelota cuando esta llegaba al área grande del Bicho. Y la virtud que tiene este Boca es igual a la del torneo anterior: te emboca en los momentos justos; y cuando por abajo no se consolida, te llega con jugadas de pelota parada. Finalmente ese momento llegó al finalizar el primer tiempo, y el partido se fue al descanso tal cual había comenzado. Ya a los cuatro minutos del segundo período,, cuando Lunati convalida una falta para Boca en una jugada intrascendente, habría de presagiar lo que sería más tarde un error evidente, el comienzo del desbalance arbitral a favor del equipo de La Boca. Mientras tanto, el Bicho continuaba cometiendo peligrosas faltas cerca de su propia área. Uno de los factores que incidían favorablemente en la peligrosidad del conjunto azul y oro era la falta de “timing” de Berardo, error que a los 15 minutos ya era evidente, puesto que el defensor, literalmente, no daba “pie con bola”. De todas maneras no había todavía demasiadas diferencias en el campo de juego con respecto a las llegadas. Pero llegó el segundo gol de Boca, ¿error? del línea y de Lunati, que no vieron el off side, pero también error de Laba, que dejó escapar a Darío Cvitanich de frente al gol. Para colmo de males, tras el segundo gol xeneise, fue Berardo quien terminó de completar una tarde funesta aplicando, a los 22 minutos, una certera plancha sobre su rival, víctima oportuna de la angustia descargada de su propia incompetencia. Con un Boca más relajado y un Argentinos ya sin nada que perder, el Bicho se fue a buscar el empate. Y fue en esos últimos minutos donde mejor jugó; cierto es que algunos jugadores ya presentaban signos evidentes de cansancio, y que una contra de los Xeneixes podría terminar de liquidar el partido. De todas maneras, el Bicho buscó el empate y Astrada también lo hizo al realizar los cambios, tal vez un poco tarde. Debe destacarse, por último, la actuación de Ojeda, el arquero tapó varias pelotas de gol que hubieran plasmado otro resultado en el encuentro, a pesar de la derrota que, finalmente, fue por 2 a 1. Se perdió un partido que, a priori, era difícil, pero que en el desarrollo podía haber terminado con un resultado más favorable para el conjunto de La Paternal; tal vez un empate hubiera logrado sacar algunas sonrisas de cara al próximo encuentro en el Diego Armando Maradona. – Síntesis – Boca (2): Agustín Orión; Facundo Roncaglia, Rolando Schiavi, Juan Insaurralde y Clemente Rodríguez; Pablo Ledesma, Cristian Erbes, Walter Erviti y Juan Román Riquelme; Darío Cvitanich y Santiago Silva. Argentinos Juniors (1): Luis Ojeda; Pablo Barzola, Miguel Ángel Torrén, Nicolás Berardo y Sergio Escudero; Gustavo Oberman (ST ’37 Ciro Rius), Matías Laba (ST ’41 Gabriel Pérez Tarifa), Gaspar Iñíguez y Pablo Hernández; Fabián Bordagaray y Sebastián Balsas (ST ’31 Juan Ramírez). Goles: PT ’02 Pablo Hernández (A), PT ’44 Insaurralde (B) y ST ’20 Cvitanich (B). Amonestados: Echeverría (T); Barzola y Escudero (AJ). Árbitro: Pablo Lunati. |
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