El goleador proveniente de la “C”, Marcos Figueroa, manifestó no haberse ido “del todo contento, porque el equipo no ganó un partido que parecía seguro”. El ex-Central Córdoba de Rosario, quien nació el 18 de Enero de 1990 (1,72 de estatura y 72 kg), y que tiene por apodo “Conejo”, por su admiración hacía Javier Saviola, le dejó su lugar a Juan Luis Anangonó a los 26 minutos del segundo tiempo por lesión. Figueroa salió ovacionado por los hinchas de Argentinos, quienes empezaron a mimarlo coreando su apellido. “Lástima que mis primeros tres goles en Argentinos, y en Primera, no sirvieron para que ganáramos. Le agradezco a la gente, a mis compañeros, al cuerpo técnico, y a los dirigentes por todo el apoyo que me dan. Salí porque no daba más. Ahora espero que no sea más que una contractura”, dijo Marcos. Según el médico del plantel, el doctor José Artese, el delantero sufrió una fuerte contractura en el isquiotibial, pero llegará bien para el próximo sábado, cuando el Bicho enfrentará a Atlético Rafaela. “El fútbol es así; cuando menos te lo esperás, recibís un gol y te lo empatan”. “Cuando venía para el estadio le comenté a mis compañeros que quería hacer un gol para dedicárselo a mi mamá, que mañana (Domingo) cumple años”. Flor de regalo le llevó a su vieja, porque, más allá de la alegría por los tres goles, el delantero le obsequiará la pelota con que marcó sus primeros 3 tantos en Primera División. ¡Felicitaciones Conejo!!!! |
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