![]() Los hinchas de cualquier equipo de fútbol se caracterizan por la poca paciencia, suelen reaccionar en caliente, casi siempre piden cosas insólitas, y frecuentemente insultan a los propios jugadores, por eso dentro de un club debe haber gente que piense “fríamente”, que trate de aplacar los ánimos cuando todo está álgido y que, sobre todo, sepa aguantar el mal clima cuando las papas queman. Pero todo tiene un límite. Si algo ha dejado en claro el Torneo Inicial es cuáles son los mejores equipos y cuáles los peores; arriba, Newell’s y Vélez se disputan palmo a palmo el título; abajo, Argentinos tiene fuertes competidores en Unión y Tigre. Pero como sólo nos importa el Bicho, la realidad es mucho más que preocupante. Las alarmas no dejan de sonar, el técnico hace varias fechas que se encuentra evidentemente desorientado, no ha cesado de intercambiar jugadores y recurre a diferentes alternativas tácticas como quien cambia la formación en la Play Station. Esto es lamentable, porque no sólo confunde a todos y nadie logra todavía entender a qué juega Argentinos Juniors, sino que los propios jugadores ya no saben si jugar bien les asegura un puesto en el plantel titular, y cuando se encuentran en el terreno de juego, se los comen los nervios. Y mal que nos pese a algunos defensores de que los ciclos deben cumplirse, el presente no muestra muchas salidas para este problema. Que un técnico se vaya no garantiza absolutamente nada, no existen los cambios milagrosos ni tampoco los técnicos salvadores. Pero cierto es que no hace falta esperar que el barco se hunda para darse cuenta de que se está llenando de agua e inevitablemente se va a hundir. Lo peor, y esto es lo que debe importar, es que Argentinos muestra poco y nada de fútbol. No hay nada de donde agarrarse. Las esperanzas son ínfimas, y hace rato que fueron reemplazadas sólo por deseos. Por primera vez en varios años el Bicho cuenta con un plantel numeroso en donde, salvo excepciones, cada uno de sus jugadores tiene, o ha tenido, buen fútbol (aunque el presente no lo demuestre); pero sin conducción, todo queda en una anarquía de intenciones y frustraciones. Algo debe cambiar rápido para que la situación no siga empeorando. La paciencia que los hinchas no tienen, tampoco debe ser eterna en quienes tienen poder de decisión. Si no, se transforma en inoperancia. . – Síntesis – Lanús (1): Agustín Marchesín; Víctor Ayala, Paolo Goltz, Oswaldo Vizcarrondo y Luciano Balbi; Matías Fritzler y Guido Pizarro; Oscar Junior Benítez (2ºT ’26 D González), Mauricio Pereyra y Mario Regueiro (2ºT ’45 Diego Valeri); Silvio Romero (2ºT ’47 G Castillejos). Argentinos Juniors (0): Luis Ojeda; Ariel Garcé, Miguel Torrén, Juan Sabia y Nicolás Batista; Alejandro Capurro (2ºT ’22 Leandro Barrera), Matías Laba y Gaspar Iñíguez (2ºT ’31 Braian Gómez); Pablo Hernández; Marcos Figueroa (2ºT ’33 Leonel Núñez) y Juan Luis Anangonó. Gol: 2ºT ’12 Mario Regueiro (L). Amonestados: Víctor Ayala y Paolo Goltz (L); y Matías Laba y Braian Gómez (AJ). Árbitro: Pablo Díaz. |
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