El arte del contraataque y la pelota parada

  

   Basta con visitar uno de los entrenamientos de Argentinos Juniors para comprobar el trabajo relacionado a las dos armas ofensivas fundamentales que tiene el equipo de Ricardo Caruso Lombardi: el contraataque y la pelota parada. Jugadas preparadas, recuperación y rápido despliegue, conceptos que el DT trabaja día a día con el plantel, y que, ante San Lorenzo, se vieron en su mayor potencial.

   Con nuevos jugadores y los pibes del club, el cuerpo técnico moldeó a su idea y forma el equipo adecuado para pelear nuevamente por la permanencia. Los discursos y los conceptos son interesantes y muy lindos, pero si los triunfos no los avalan, no habrá garantía de nada; tal como le pasó a Claudio Vivas o Gabriel Schurrer, entrenadores considerados por el hincha promedio de Argentinos como “fracasos”, quienes expresaron una clara línea de pensamiento futbolístico en los pizarrones, pero no lograron nada en cancha.

   Volvemos al presente, y vemos esperanza. Porque hay una idea, un plan a llevar a cabo. Lejos de la identidad de Argentinos, pero cerca del triunfo y de la salvación. Los jugadores responden, están más unidos que nunca. Se formó un buen grupo que logra en cancha lo que Argentinos más necesita en estos tiempos: puntos. De las ideas o de las jugadas comunes y habituales del fútbol (córners, tiros libres, recuperar la pelota), Caruso hizo un arte. Argentinos se encierra bien atrás, forma una muralla, la recupera luego de que el rival se equivoca (de tanto insistir) y sale disparado a aprovechar los espacios vacíos que deja el contrario, que ya gastó sus energías en intentar superar la gran cantidad de jugadores que se juntan cerca del área.

   Hubo una jugada puntual, en el segundo tiempo del partido ante el Ciclón, en el Bajo Flores, en que Caruso le gritó a Rodrigo Gómez, y ‘Droopy’ supo qué hacer. Le dijo a Lucas Rodríguez que iba ‘esa’ jugada, y levantó las dos manos como saludando al aire. “Ricardo me dijo que quería esa jugada, en la cual yo doy la seña con las manos y los cabeceadores ya saben adónde ir, cómo ubicarse. No voy a decir nada, es un secreto del equipo, jaja”, se rió el joven Nº 7 del Bicho. Hay secretos, hay trabajo, hay un estilo propio del DT. Argentinos apunta a algo. Puede gustar ó no, pero apunta a algo.

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