La derrota ante Newell’s abre una interesante dicotomía sobre qué rumbo futbolístico debe tomar Argentinos Juniors, de cara a los 10 partidos que restan del Torneo Inicial. Luego de tres encuentros sin victorias ni goles, y arrastrando más de cinco encuentros sin un rendimiento aceptable, o buen nivel de juego, el Bicho de Ricardo Caruso Lombardi se encuentra a mitad de campeonato con 14 puntos de los 27 disputados, siendo un equipo poco goleador y escasamente convertido.
Existen dos opciones bien claras, dos caminos posibles sobre los cuales se puede basar el juego de Argentinos, pensando en lo que se viene: la visita de Belgrano, los duelos claves por los promedios ante Rafaela y Estudiantes, y el duelo ante Vélez, siempre picante y particular para hinchas, jugadores y dirigentes. Y las opciones son:
- Seguir de la misma manera que se arrancó el ciclo del actual entrenador: clásico 4-4-2, o armar la táctica en base al rival, intentando crear una sólida defensa en lo númerico, apostando al contraataque y las pelotas paradas como principales armas ofensivas. Resignando el protagonismo o la mayor tenencia del balón, siendo más vertical y desequilibrante con los ‘chiquitos’ (Rodrigo Gómez, Santiago Nagüel, Lucas Rodríguez, etc.), quienes centrarán para los ‘tanques’ (Hernán Boyero, Osvaldo Miranda, Enrique Triverio). Aplicando la popular “media inglesa”: buscando obtener tres puntos en casa, y uno de visitante.
- Apostar a más. Intentar ser protagonistas de los partidos, utilizar a jugadores de buen pie y dominio de balón como Gaspar Iñíguez o Facundo Coria (recuperado de su lumbalgia) en los cuales basar ese estilo de juego. Posiblemente cambiar el esquema, o no, pero proponer un juego más ofensivo, en el cual el rival deba resguardarse de Argentinos, y no al revés. Tomar riesgos en ataque, que quizá no garanticen la mejor estabilidad defensiva, pero sí mayor movimiento, libertad y creación ofensiva de mitad de cancha hacia delante.
Ambas opciones son válidas, tienen sus argumentos por los cuales elegir o rechazar otra, sus pros y sus contras. Jugadores y tiempo de trabajo hay para aplicar ambas opciones. La palabra final la tiene el cuerpo técnico. Vos, ¿cuál elegís?
|