A poco más de dos semanas del descenso de Argentinos Juniors, y en medio del armado del equipo, Federico Insúa confirmó su retiro de la actividad profesional. El talentoso enganche de 36 años había vuelto en enero al club que lo formó, pero su fútbol no estuvo presente y el físico no lo acompañó.
El “Pocho” se formó como jugador y persona en las inferiores de Argentinos, donde debutó el 18 de noviembre de 1997. En esa primera etapa disputó 115 partidos con la camiseta roja y blanca, anotó 16 goles y dejó una muy buena impresión en la hinchada con su fútbol de pelota al pie y juego por el suelo, clásico de la historia del club.
Luego pasó por otros clubes como Independiente, Boca, Málaga, Borussia, América, Necaxa, Bursaspor y Vélez Sarsfield. Este último paso por el equipo de Liniers generó dolor, enojo y malestar en gran parte de la hinchada del Bicho, ya que consideraban que era el momento propicio para la vuelta a la institución que lo vio nacer, con 32 años.
Así y todo, el 10 fue bien recibido cuando decidió pegar la vuelta en el mercado de pases de verano para hacerse cargo de la creación de juego del equipo de Carlos Mayor. Desde el punto de vista físico, le costó mucho estar a la par de sus compañeros, y sólo logró mostrar su fútbol en algunos pocos momentos del semestre (el segundo tiempo ante Boca fue una muestra de lo que podía hacer en plenitud). En esta segunda etapa tuvo 10 apariciones y anotó un gol, de penal ante Aldosivi en Mar del Plata.
El descenso terminó de coronar una etapa olvidable en su carrera, y las dificultades físicas finalmente lo llevaron a tomar la decisión de abandonar su carrera profesional.
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