Cuando todo parecía que el partido por 4tos de final de la Copa Argentina en la noche de San Nicolás se encaminaba a la ruleta de los penales, el recientemente ingresado Matías Romero, se “zambulló” con los pies para adelante, luego de una excelente habilitación de Nicolás Reniero y con la punta de su botín derecho mandó la pelota al fondo del arco defendido por Alan González.
Así fue que Argentinos Juniors pudo cerrar una noche de festejo agónico, (se encontró con el tanteador en contra desde los 37 minutos del primer tiempo) y que dejó cierto margen de preocupación para lo que se viene ya que deberá corregir varias cuestiones si pretende llegar con chances a la final de este preciado torneo.
Sorprendió Milito con el once inicial. Desde estas líneas hemos ponderado el planteo que tuvieron desde el inicio los encuentros ante un Racing que acumulaba varias derrotas y un Central que se presentaba por primera vez después de mucho tiempo en el Gigante de Arroyito ante su público por lo que de antemano se deducía que ambos rivales saldrían a buscar el protagonismo del partido.
En esos encuentros, el DT del Bicho abandonó la línea de 3 que tanto pregona en la parte defensiva pasando a defender con 4 jugadores y armó un doble 5 con Kalinski y Moyano, planteos que le dieron muy buenos resultados.
Ahora bien, ¿era menester ese mismo esquema jugando un partido eliminatorio contra San Telmo para pasar de ronda en la copa?
¿No hubiese sido mejor, teniendo a Gabriel Ávalos en condiciones de jugar al menos 45 minutos, ponerlo de entrada en lugar de Enzo Kalinski para formar una dupla de ataque con Reniero?
Argentinos, se sabe bien, hace de la tenencia del balón su fuerte y el mensaje de Milito hacia los jugadores fue, según sus propias declaraciones post partido, tener paciencia para lograr lastimar en el arco rival. El problema está cuando esa paciencia se traduce en escasa profundidad, situación que quedó reflejada en el 1er tiempo en donde no tuvo serias llegadas al arco rival.
Nobleza obliga, aunque ayudado por la expulsión de David Achucarro a los 40 minutos del primer tiempo, Milito, a partir de allí, hace una gran lectura de lo que pedía el partido y es así que manda a la cancha a Ávalos por Kalinski y además, en el entretiempo, hace ingresar a Jonathan Gómez de muy buena actuación por un Moyano que ya no tenía sentido que siguiera en juego.
Fue así que Argentinos, con empuje, con garra, con vergüenza deportiva y con algunos pasajes de buen futbol, obligado por la circunstancias, salió en el 2do tiempo a buscar el triunfo que finalmente logra agónicamente adueñándose de la situación y sobre todo de las “segundas pelotas” en el medio campo para evitar los contra ataques del rival.
Para ello se valió de las subidas de Lucas Villalba y Kevin Mac Allister (autor de otro gol decisivo) por sus laterales buscando desequilibrar, los desbordes permanentes de Javier Cabrera y Elías Gómez llegando hasta el fondo intentando resolver con centros que encuentren bien parados a los delanteros, la buena pegada y el buen criterio para el manejo de la pelota de Gabriel Carabajal, la levantada de Gabriel Florentín que jugando con el arco de frente y habiendo retrocedido unos metros para juntarse con Jonathan Gómez encontró su lugar en el partido y la habitual firmeza mas todo lo que representa la figura del capitán Miguel Ángel Torren quien en evidente inferioridad física quiso estar presente aportando su gran liderazgo dentro y fuera de la cancha.
Moraleja: nunca se ganan los partidos en la previa y mucho menos en estos tipos de torneos que se definen por eliminación directa y en que los equipos de otras categorías ven la posibilidad de trascender en la historia de su club y por ello se juegan “la vida” para seguir avanzando.
Ahora queda pensar en Boca mientras al mismo tiempo se sigue disputando el Torneo de la Liga Profesional de Futbol.
Me quedo con la hermosa imagen de los festejos en donde los jugadores en comunión con la gente que finalmente, después de muchas idas y vueltas, pudo acompañar al equipo en la noche de San Nicolás y con el interior deseo que esa imagen se repita en los próximos dos partidos de Copa Argentina.