La triste e inesperada noticia llegó por la mañana; nadie lo podía creer, llamadas entrecruzadas para confirmarla… no se salía del estupor. “Se trata de un error, seguro”, nos decíamos, “no puede ser”, y así, hasta que la realidad pegó el mazazo.
La letra fría de la noticia dice que: Adrián Pérez, Vicepresidente Primero de Argentinos Juniors, falleció a la madrugada, a causa de un paro cardíaco.
Después de algunas horas de enterarme, y sin salir de la congoja, no puedo dejar de retroceder apenas algunas horas, cuando me reuní con él para hablar sobre el presente y futuro del club. A menudo lo hacíamos, en charlas de sólo 15 minutos, para “intercambiar figuritas”, y terminaban durando horas, sólo interrumpidas cuando llegaba su hijo, que terminaba de hacer su actividad. Ahí la atención pasaba a otro lado y la charla terminaba. Me despedía con un “Seguimos hablando, ¡yo me ocupo de eso!”.
El viernes, tras la victoria ante Platense, lo vimos en un video festejando en el vestuario con los jugadores. Increíble pasar de esa alegría inmensa a este dolor profundo.
Adrián Pérez era hijo de Raúl Oscar Pérez, ex jugador de Argentinos (1965). Fue fundador, junto al actual Presidente y varios integrantes de la Comisión Directiva, de Hinchas x la Cancha, agrupación que bregaba por la vuelta a La Paternal cuando Argentinos jugaba de local en Ferro, agrupación que se rebautizó como “Hinchas por el Club” cuando el Bicho volvió al barrio.
Formó parte de Argentinos Crece, coalición que gana las elecciones en el 2015, y desde ese entonces formó parte de la Comisión Directiva del club, en los últimos 4 años como Vicepresidente 1ro.
Fue uno de los artífices de la unidad política que hoy gobierna y lleva a este gran presente deportivo e institucional del club, unidad que fogoneaba permanentemente, y el jueves me contaba de su preocupación por mantener el entusiasmo de los socios que trabajan colaborando en distintas áreas, por que los logros no hicieran aflojar el ímpetu, y que había que generar nuevos proyectos para seguir adelante.
Incansable, tenia el “berretín” de escuchar. “¿Qué le anda pasando, Vaccarini?”, me decía; charlábamos, discutíamos, me convencía, lo convencía, mediaba, solucionábamos, y todo para adelante. “Mano derecha del Presidente” y, en joda, me respondía que Cristian era zurdo.
No era la mano derecha, era el amigo, que es mucho más, y el que se ocupaba del día a día del club, sobre todo en la relación con los no propios, “los aliados”.
Un hombre importante en la política del club. Va a costar mucho encontrar alguien que cumpla ese rol como lo hacía él.
Se fue una gran persona, un gran padre y un gran dirigente. No fui amigo, fuimos compañeros, compartíamos y trabajábamos por el club que nos unía. Un abrazo a toda la familia y amigos.
QEPD, querido Uru.