Argentinos Juniors avanza determinado en su proceso autodestructivo. El conjunto de Pablo Guede es, con 22 goles en contra, el más goleado del campeonato y por su juego, disputa férreamente el título de “peor equipo de la Copa de La Liga”.
Mientras tanto, su entrenador continúa improvisando equipos y funcionamientos de apariencia anárquicos, con pasos de comedia para los tiros de esquina. Ni hablar del hecho de cambiar a Alexis Martín Arias por Federico Lanzillota, a dos fechas del final del torneo, como si eso fuera garantía de un mejor rendimiento.
Cuesta mucho volver a analizar semana a semana los patéticos desempeños del Bicho, es un trabajo doloroso y angustiante. Ir a la cancha comienza a sentirse, de hecho, como un triste ritual. No se van a abandonar nunca los colores, no se va a dejar de alentar jamás, pero la gente de Argentinos Juniors comienza a ver cómo su equipo, y su dirigencia, le dan la espalda.
Es que la continuidad de Pablo Guede roza la provocación. Que el equipo comience a funcionar no es (con Guede) una cuestión de paciencia. No se ha visto en 8 partidos consecutivos un solo aspecto en el que el rendimiento se haya siquiera mantenido, sólo se ha empeorado. La falta de tiempo, o el poco presunto tiempo de trabajo que se puede esgrimir como pseudo “defensa”, es ridículo; no hace falta recordar en qué situación futbolística tomó Guede al equipo, ni mucho menos hacer una comparación con los resultados de otros entrenadores que agarraron equipos con el campeonato empezado.
No hay dudas que se debe priorizar la posibilidad de una expulsión contra la teórica (y falsa) premisa respetar contratos, una pronta salida es una cuestión de sentido común. No sólo por lo que el Bicho hace dentro del campo de juego (que es lo más importante), sino por lo que el entrenador dice cuando pretende explicar sus ideas futbolísticas. En este sentido, invito a ver fervorosamente, y para que saquen sus propias conclusiones, la amable charla con medios partidarios que brindó el entrenador y que ya puede verse completa en nuestro canal de Youtube https://www.youtube.com/@ArgPasion
Ayer en el clásico, el Bicho se salvó de la derrota porque el arbitraje, que tantas veces incidió en su contra, decidió que había que castigar a Vélez no cobrándole dos obvios penales. Pero no sólo por eso, sino porque cuenta, además, con el goleador del torneo, Luciano Gondou, sin dudas, la mejor incorporación de Argentinos en, quizás, toda su historia “moderna”.
Y claro que también por las propias deficiencias del rival, que pelea el descenso.
Pelotazos de 50 metros al área, centros cruzados e intentos de desbordes como casi única arma ofensiva. Nulas asociaciones, un nuevo 11 inicial, con Alan Rodríguez y Santiago Montiel por adentro con pierna cambiada, una nueva defensa, y nuevamente cambios que no se explican ni se entienden. En definitiva, un nuevo papelón y otro partido cuasi perdido frente a un rival que pelea el descenso y que ejemplifica, más allá del muy mal rendimiento de los jugadores, que el Bicho está a la deriva.
¿Es necesario recordar cómo pretendía jugar el equipo hasta la fecha 4 de este mismo torneo?
Queda un suplicio más para dar cierre a un año que comenzó con la esperanza de un título y termina con una profunda desilusión y sensación de fracaso rotundo.
Lo que ocurra dentro del campo de juego poco importa. La gran pregunta es: ¿ganará la obstinación o habrá una reacción a tiempo? ¿Se toma nota en “Malvinas” de que, a partir de Guede, se está haciendo una campaña de descenso con un equipo que peleó de igual a igual al campeón de la Libertadores?
Síntesis:
Argentinos Juniors (1): Federico Lanzillota, Jonathan Galván (70′ L. Heredia), Miguel Torrén, Lucas Villalba, Kevin Coronel (58′ J. Cabrera), Federico Redondo, Alan Rodríguez, Mariano Bittolo (58′ A. Lescano), Santiago Montiel, Luciano Gondou, Gabriel Ávalos.
DT: Pablo Guede
Vélez Sarsfield (1): Lautaro Garzón, Leonardo Jara, Lautaro Gianetti, Valentin Gomez, Joaquín García, Santiago Cáseres (64′ J. Mendez), José Florentín (84′ G. Prestianni), Elías Gómez, Santiago Castro ( 64′ F. Pizzini), Braian Romero (73′ W. Bou), Claudio Aquino (72′ Y. Gordillo).
DT: Sebastián Mendez
Estadio: Diego Armando Maradona
Árbitro: Pablo Echavarría (Mal)