Un error de Fernando Echenique le dio a Argentinos Juniors la sentencia que mereció en la tarde cordobesa: la derrota. El nivel de juego del equipo de Néstor Gorosito fue sorpresivamente bajo, y Belgrano, quien fue completa e indiscutiblemente superior, consiguió justicia de la forma más injusta: gol de tiro libre en el último minuto, de una falta que no fue.
Falencias por todos partes. Un estilo de juego sin sentido. Es lo que exhibe a la vista este Argentinos modelo 2015, que dejó más dudas que certezas en su regreso a la competencia. El ya habitual esquema 3-4-2-1 tuvo una versión aún más defensiva para este partido, quedando prácticamente con 10 jugadores defendiéndose y uno sólo de punta, cuando Belgrano acorralaba a los de camiseta roja en el arco de Adrián Gabbarini, de mucho trabajo en el Kempes.
El destello de Gaspar Iñíguez en el pase para el gol de Lautaro Rinaldi fue lo único que mostró Argentinos en ataque. Realmente fue sólo eso, y un cabezazo de Luciano Cabral en la segunda parte, tras centro del llanero solitario Rinaldi. Aún teniendo dos mediocampistas centrales de mucho juego, como son el mencionado Iñíguez y el exquisito Cristian Ledesma, el Bicho apostó a la salida desde el fondo con pelotazos, o a intentar desbordar con la banda con nulo éxito. En criollo, Argentinos no jugó a nada. Encontró el gol en una jugada y después esperó que los minutos pasen rápido, sin exponer otro argumento que justifique la ventaja obtenida por la calidad de Gaspar y la corajeada de Lautaro.
El amo y señor del encuentro fue Belgrano. Porque tiene mejor equipo en sentido colectivo, y porque lo buscó. No se cansó de buscarlo. Pateó más de diez veces, y encontró el triunfo sobre el final de manera escandalosa. Ese detalle arbitral decisivo no tapa el mayor déficit de la jornada que fue la defensa visitante. Tres centrales y dos laterales que se cerraban casi hasta el área chica, como viene jugando el Bicho de Gorosito desde enero, no garantizaron el control defensivo en el área. Cantidad no es sinónimo de calidad.
El famoso “gano en casa y rescato un punto afuera” volvió a demostrar su ineficaz matemática. Sólo dos victorias, ante Lanús y Vélez, en ocho partidos como visitante para Argentinos, que encima viene (antes del receso de Copa América) de perder de local con Quilmes y “rescatar” un insólito punto ante el débil Sarmiento en Junín. Mitad de tabla, sin fútbol y derrochando mediocridad, ¿será el destino deportivo del Bicho hasta fin de campeonato?.
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